Integrantes del grupo de izquierda a derecha
1. Sor María del Carmen Lamm
2. Sor Yolanda Porras
3. Sor Lia Magarotto
4. Sor Aurora del Carmen Ortega
En la construcción del edificio de la Casa de la Virgen,
Sor María destinó un salón específico
para el teatro y actividades recreativas como es característico en la vida salesiana.
Este salón fue dedicado
al Sagrado Corazón de Jesús con la intención de propagar su devoción y en
reparación de las ofensas que el Sagrado corazón recibe constantemente.
Por eso
invitaba con frecuencia a las escuelas para que los niños pudieran realizar los Ejercicios Espirituales
y como parte recreativa se le proyectaba una película divertida. Así
aprendían a divertirse sanamente sin ofender a Dios.
Cuenta Sor Lía Magarotto, que siendo integrante de la
comunidad de Casa Provincial “Sacro Cuore”. Sor María Romero con frecuencia
invitaba a las hermanas de la comunidad a vivir un momento de expansión viendo películas chistosas que ella
con gusto les proyectaba: El gordo y el Flaco; Cantinflas; El Burrito Pin;
Mariquita ¿dónde estás? Y muchas más.
Lo mismo hacía con lasa formandas y hermanas de la Comunidad del Colegio María
Auxiliadora.
Eran momentos en los que se reía mucho y se compartía
alegremente. La que más disfrutaba era la misma Sor María al ver tan contentas
a sus hermanas.
Esto manifiesta la vivencia de elementos esenciales
del carisma salesiano como la alegría,
La fraternidad y el gozo en la convivencia fraterna.
OTRO HECHO INTERESANTE SIEMPRE SOBRE EL TEMA DE LA ALEGRÍA
Cuenta Sor Aurora del Carmen Ortega, que, siendo
aspirante, Sor María Romero les dio una
conferencia en la que les habló de la alegría que sintió al visitar a nuestras Superioras en
Italia y los lugares salesianos en Italia (Mornés donde nació Madre Mazzarello y la congregación de las Hijas de María Auxiliadora, Turín donde Don Bosco desarrolló su Oratorio). Les decía que jamás hubiera pensado que ¡cómo
una persona como ella hubiera recibido tan inmenso regalo porque tener a las
Superioras tan cerca! ¡Es algo que no se le concede a todas! y nos transmitía el
gozo y la gratitud al Señor por el regalo recibido.
Cuando regresó las reunió otra vez y les contaba las
maravillas vividas. Lo que había visto y tocado. Recomendaba amar mucho al
Instituto; acoger todo lo que nos ofrecen como regalo de Dios y no desear nada que no fuera la
voluntad de Dios. Y ¿ Cómo saberlo? Con la oración y amando mucho a Jesús
Sacramentado y a María Auxiliadora.
El Oratorio fue para ella motivo de inmensa alegría.
Al preparar los premios: Regalos de Navidad para los niños que habían asistido
al catecismo. Solicitaba la edad y la talla de los niños para la ropita y a
coger cada una todo o que necesitaba y el cuarto del Oratorio nunca estaba
vacío.
Por todo esto, llena de gozo daba gracias a Dios y a la Virgen por tanta
Providencia que le permitía hacer el bien y dar alegría a tantos niños pobres y
necesitados.
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